Bienvenida a la era de la pérdida de la inocencia cariño, nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables.

Absolutamente todos.


Cuando conocemos a alguien, dentro de nosotros se enciende una llama, cuando esa persona se marcha para no volver, se apaga, quedando solo cenizas, que se convierten en recuerdos continuos del pasado, momentos felices y no tan felices.
De pronto sientes un vacío que se resulta imposible volver a llenar.
Y por mucho daño que te haya hecho la persona causante de este vacío, si por una casualidad de la vida, si por cualquier cosa volviera y te dijera
Te amo, vuelve conmigo.
Estoy segurísima de que volveríamos a sus brazos y haríamos borrón y cuenta nueva respecto al pasado.
Eso puede conducirte de nuevo al fracaso, o a la felicidad, en todos los casos si quieres saber la respuesta tendrás que arriesgarte.


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