Bienvenida a la era de la pérdida de la inocencia cariño, nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables.

Cerrar los ojos y... verte.


Algún día encontraré ese preciso momento, ese único instante, esa señal para estar juntos.
Algún día, será el día; el lugar ya no importa, la fecha exacta tampoco, sólo cabe la esperanza de seguir esperando a un reencuentro.
Y sigo creyendo que todo ha merecido la pena, hasta el último aliento desvanecedor, hasta la última lágrima caída y hasta la última sonrisa presenciada con tu mirada.
Todo vale si va a seguir habiendo más de ti, más de esos momentos, más y más juntos.

La vida es la misma, la manera de vivir la pones tú.

A la hora de pensar en como vivir, sigue siempre tu propio camino, nunca te pares a esperar a nadie aunque ese alguien sea tu propia vida, pues el tiempo no cesa, no te permite rebobinar ni situarte donde desees y quizás con la espera solo consigas perder ese valioso tiempo, desencaminarte de las oportunidades...
Hay personas por las que yo particularmente esperaría y por las que me desentendería de la vida en sí, con tal de estar a su lado, pero entiendo que no puede ser, y que en este camino donde los años determinan el final no necesitas esperar por alguien que no esté dispuesto a esperarte también.

¿Sabes lo que más me gusta hacer cuando estoy contigo?

Hacer nada. Nada. Sólo sentir que mi cuerpo abraza al tuyo sin decir nada. Porque ese silencio dice más que cualquier palabra. XG.

Maybe it was an advice.


...Y es entonces cuando te das cuenta de que ya nada es lo mismo, de que sea por lo que sea, el vínculo se ha deshecho.
Mil ideas te sacuden y ninguna es clara, ¿cómo se puede dudar en tan sólo una tarde de lo que ha sido todo 1 año?
Y en ese momento deseas volver y retroceder a donde los besos realmente se sentían como un abrazo eterno y no como un ínfimo deseo del placer.

No pueden entender que quererte no es suficiente para mantenerte en pie.
Que, que te digan lo importante que eres no te ayuda cuando te enteras de que otra persona está en donde tú quisieras de una manera u otra.
No se puede entender ni ayudar. Tengo 15 años. Para los que han pasado por esta época entenderán que la sensación de estar perdido y desviado es constante.
Que la insatisfacción de querer más siempre está ahí, porque será una bobería pero saber que lo que tú sientes está por encima de lo que siente la otra persona, no es agradable.
Básicamente porque en el amor pierde quien quiere más.
No busco ayuda, sólo un método de expresión, una vía secundaria donde refugiarme cuando todo sale mal. Sólo busco coger un taxi e irme lejos, lejos, donde los problemas no te alcancen.
Busco romper vínculos que sólo aportan lágrimas. Busco enamorarme y desenamorarme sin dolor.
Busco cómo cerrar etapas, y cómo abrir otras nuevas.
No te busco a ti, porque ya te he encontrado, la persona que más quiero, la que más me quiere, y la que peor me lo hace pasar.

Sólo quiero huir de la monotonía de sentirme mal, quiero volar por un rato al valle de la felicidad, escaparme de tus abrazos, esos que consuelan y le dan fuerza a este sentimiento.

El objetivo no es reforzarlo, es destruirlo.
Tengo 15 años, bienvenido a mi realidad.

Es amargo,dulce,salado, pero siempre un engaño.


Y el sueño se repite una y otra vez convirtiéndose así, en pesadilla.
Los grandes momentos se achican con la llegada de otras personas.
Los sentimientos mueren con cada golpe en el camino, el cuerpo y la mente se dañan, y el dolor se convierte en un amigo de visitas constantes.
Las ilusiones decaen; los deseos sólo se centran en hacerte despertar.
Pero él es el protagonista de esta novela, el que te sube y te deja caer, el que te da y quita, el que ilusiona y decepciona.
Y tú, yo...La aprendiz que nunca se da por satisfecha de sus errores, la que los repite como si esta vez fueran a salir bien; como si equivocarse tuviera algún valor, como si la constancia sirviera con todo.
Pero la lucidez no llega siempre, sólo cuando el dolor es más fuerte que lo que se siente, sólo ahí recapacitas.
Hasta que llega de nuevo ese ser, el que te deja ser tú, el que una y otra vez te hace pensar que equivocarse está bien, y que solo tú eres la especial...

Tú eres y formas...

«La sensación de querer tanto a alguien que el corazón se te sale por la boca.
Las ganas de tirarte donde sea para despejar la mente, para olvidar esa sensación prohibida.
Esas ganas locas de pasar horas a su lado olvidando la existencia de otros seres.
Las dudas hacia ese sentimiento, los llantos provocados por el mismo, y la furia que se refleja en una imagen simple de objetos volando lanzados por la fuerza de la impotencia.
Los recuerdos que llegan para retrocederte a un pasado mejor, que podría haber sido presente.
Las caras largas que simbolizan un "no puedo más" o las sonrisas interminables que por el contrarion susurran "Seguiré".»