Bienvenida a la era de la pérdida de la inocencia cariño, nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables.
No pueden entender que quererte no es suficiente para mantenerte en pie.
Que, que te digan lo importante que eres no te ayuda cuando te enteras de que otra persona está en donde tú quisieras de una manera u otra.
No se puede entender ni ayudar. Tengo 15 años. Para los que han pasado por esta época entenderán que la sensación de estar perdido y desviado es constante.
Que la insatisfacción de querer más siempre está ahí, porque será una bobería pero saber que lo que tú sientes está por encima de lo que siente la otra persona, no es agradable.
Básicamente porque en el amor pierde quien quiere más.
No busco ayuda, sólo un método de expresión, una vía secundaria donde refugiarme cuando todo sale mal. Sólo busco coger un taxi e irme lejos, lejos, donde los problemas no te alcancen.
Busco romper vínculos que sólo aportan lágrimas. Busco enamorarme y desenamorarme sin dolor.
Busco cómo cerrar etapas, y cómo abrir otras nuevas.
No te busco a ti, porque ya te he encontrado, la persona que más quiero, la que más me quiere, y la que peor me lo hace pasar.

Sólo quiero huir de la monotonía de sentirme mal, quiero volar por un rato al valle de la felicidad, escaparme de tus abrazos, esos que consuelan y le dan fuerza a este sentimiento.

El objetivo no es reforzarlo, es destruirlo.
Tengo 15 años, bienvenido a mi realidad.

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