Bienvenida a la era de la pérdida de la inocencia cariño, nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables.

Dreamers.


Bajar esa montaña en tu busca, fue como ir bajando cada peldaño de lo que fuimos hasta lo que ahora somos.
Miraba al frente, esperando que al bajar te encontrara ahí, aunque no pudieras verme, cuando pasara invisiblemente.
Fui la que menos sirvió para ti, y la que más te quiso, y a la vez, una de las que menos te lo demostró.
Pero me alegro de haberte conocido, has sido lo mejor en mi vida, y ahora eres lo que más necesito, pero cariño los sueños se acaban, despiertas y continúas tu vida, como si ese sueño no significara nada en lo real, y a veces tiene más de real un sueño que una propia realidad.
Tú fuiste un sueño que me pareció de lo más real, pero tarde o temprano toca despertarse y darse cuenta de que nada era cierto, o casi nada..., y me tocó hacerlo.
Y ojalá pudiera subir esa montaña y volver a lo que éramos, rebobinar como en una cinta.
Darle al play y hacer que no hemos vivido lo que sí vivimos, y hacer que esto pase a ser nuestra realidad y no un bonito y fugaz sueño, aunque nunca está mal volver a soñar contigo, aunque luego los calores, la añoranza, el pesar, el arrepentimiento y el quererte más, sean las consecuencias de esta locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario