Todo empieza por un: que guap@ eres.
...Una sonrisa picarona, horas que se pasan volando, caricias ingenuas...
Se siente tan bien...
Pero empieza a convertirse en una adicción, cada vez necesitas más, su cariño es imprescindible, te das cuenta.
Y ahí empieza todo, seguido de un:
- me gustas
- a mí también.
Las tardes de verano que parecen no acabar al lado de esa persona.
Los helados que se hacen poco una vez están en tu boca.
Las mañanas de playa, que se convierten en un pasatiempo
Los días de un:
- Qué hacemos?
- Qué más da, si estoy contigo no importa!
O los de: vamos al cine!
que en realidad lo menos interesante es la película...
Luego van las típicas promesas.
- Para siempre
- Te lo prometo
- Cuando seamos grandes haremos tantas cosas.....
- Quiero compartir mi vida contigo
- No seas bobo
- No lo soy, lo eres tú por no creerme
Y así sin darse cuenta, se va acabando el verano, y con ello todos los momentos, las tardes y las salidas a ninguna parte, donde lo importante era estar juntos.
Empieza la rutina
- Este finde nos vemos?
- Lo siento nena no puedo, partido...
- Otra vez?
- Otra vez... pero el siguiente te prometo que te llevo al cine
- Vale
- A que hora me vienes a buscar para ir hoy al cine?
- Es que mis amigos van a una fiesta, y ya les dije que iba
- Pero joder, lo teníamos planeado desde la semana pasada
- Lo sé, mira yo te llamo si?
- ...
Y adiós a los te quiero, a las miradas que sin decir nada , decían prácticamente todo, este es el final.
Él conoce a otras, ella se olvida, se separan
sin decirse nada sólo basta el hecho de no verse, ahora no es difícil, no tienen por qué salir con el grupito que se forma todos los veranos.
Cada uno tiene sus nuevas amistades, y entre ellas se forman otras uniones, donde quedó el para siempre?
Pues simplemente nunca hubo ninguno, son cosas que se dicen, y no se cumplen.
El verano..... ¡lo da todo, y con la misma se lo lleva!
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